No importa si eres autónomo o si tu empresa está en fase de crecimiento, el domicilio fiscal es obligatorio para estar al día con los compromisos tributarios y continuar tus labores sin inconvenientes legales. Aunque hagas homeoffice, tu información debe estar actualizada en Hacienda; igualmente, si cumples tus labores en oficinas compartidas, en este orden es recomendable que sea un coworking con domicilio fiscal.
Ahora bien, ¿por qué es tan necesario tener domicilio fiscal? Tanto las empresas grandes, como las medianas o los trabajadores independientes deben contar con domicilio fiscal, dado el caso de que la autoridad encargada necesite ubicar la información fiscal del contribuyente o hacerle llegar un comunicado sobre el cumplimiento de sus obligaciones.
Ventajas de alquilar un coworking con domicilio fiscal para tu empresa
Se estima que 6 de cada 10 trabajadores en el país son autónomos, motivo por el que su lugar para cumplir con las declaraciones de impuestos u otros deberes fiscales suele mezclarse con su residencia habitual y, en ocasiones, se confunde con el domicilio de actividad –que no es lo mismo–.
Es por ello que, un gran número de freelance se ha volcado a despachos compartidos a fin de formalizarse, mejorar su credibilidad profesional, separar su hogar de los compromisos laborales, contribuir con sus impuestos y establecerlo en Hacienda.
Por otra parte, convenir con un coworking con domicilio fiscal también supone otros beneficios interesantes para sus coworkers. Para continuar con sus ventajas, se minimizan los gastos, puesto que es más barato alquilar un domicilio fiscal que rentar un local comercial.
Adicional a ello, es un gran apoyo para obtener el Registro Nacional de Personas Jurídicas (CNPJ), ya que para dicha regularización y documentación de la empresa es esencial contar con el domicilio fiscal.
Diferencias entre domicilio fiscal y domicilio de actividad
Así pues, quienes trabajan por su cuenta están en la obligación de tributar, ya sea desde su hogar o desde un coworking, que tenga esta facilidad. Muchas personas relacionan el domicilio fiscal con el domicilio de actividad, sin embargo, cada uno tiene funciones diferentes.
Mientras que el domicilio fiscal es el espacio donde el contribuyente acuerda sus deberes con la Agencia Tributaria o donde lleva a cabo su gestión administrativa. El domicilio de actividad es aquél donde el autónomo realiza su trabajo, que puede ser un local propio o alquilado y que, por lo general, no es su vivienda.
Pero, con la crecida del teletrabajo, la duda es que si el domicilio fiscal puede coincidir con el domicilio de actividad y, en efecto, sí puede. Esto ocurre cuando el contribuyente realiza sus ocupaciones desde su hogar habitual, razón que ha motivado a los autónomos a asignar un espacio virtual exclusivo para sus deberes tributarios y profesionales.
Lantopia Space, el coworking con domicilio fiscal en Victoria Gasteiz
En este sentido, los coworking han atendido a estas preferencias y disponen de domicilio fiscal entre sus servicios exclusivos para su comunidad, aunque algunos de estos espacios tienen restricciones, por lo que es necesario llegar a ciertos acuerdos con la administración.
En el caso de Lantopia Space, los autónomos pueden solicitar su despacho virtual sin tantas limitaciones, es muy rápido, sencillo y provechoso. Nuestra oficina virtual en Vitoria tiene un costo de 40 € al mes y pueden disfrutar del domicilio fiscal o comercial, aviso de correo urgente, recepción de correspondencia y paquetería, reenvío y escaneo de correspondencia, atención personalizada de las visitas, derecho a utilizar la dirección en Google y papelería, así como indicarlo como punto de entrega y recogida de documentos para los clientes.